En este capítulo 28, Isaac está por enviar a Jacob a la tierra de su parentela y le ordena que no
tome ninguna mujer de los hijas de Canaán (v.1-5). Isaac sabía la importancia de guiar a su hijo
en la toma de una decisión tan importante como lo era con quién compartir su vida y procrear
una familia.
Como padres nuestra responsabilidad es hacer lo mismo. Esta es la primer enseñanza que
quiero dejarte hoy. Claro que no vamos a decidir por ellos. Sin embargo, sí les daremos
dirección para tomar la mejor decisión estableciendo los parámetros que deben tomar en
cuenta, y hacerles entender que no deben elegir a una persona con convicciones diferentes a
las suyas, que no ame a Dios y que no esté dispuesta a seguirle.
La segunda enseñanza de este versículo nos habla de la importancia de bendecir a nuestros
hijos aún cuando cometen errores (v.3) y de declarar las promesas de Dios, que aún siguen
vigentes a pesar de haber sido escritas hace más de 2000 años, sobre sus vidas (v.13).
Guiarlos para elegir bien a la persona adecuada y declarar las promesas de Dios en la vida de
tus hijos, son la mayor bendición que puedes darles como padre. ¡Empieza hoy!