Este capítulo 23 de Génesis nos habla de la muerte y sepultura de Sara. Honestamente, por un momento pensé en saltarlo porque pensé, ¿qué podemos aprender de esto? Sin embargo, Dios me habló y este pasaje tiene una gran enseñanza para todos nosotros.
Sara tenía 127 años de edad cuando muere (v.1-2) , supongamos que aproximadamente estuvieron casados durante 100 años. 100 años de permanecer juntos y ser fieles el uno al otro. ¡Claro que hubo problemas! ¿Recuerdas la ocasión en la que por miedo a morir, Abraham le pide a Sara que diga delante del rey que es su hermana? ¿Su esterilidad? Y, ¿qué me dices de la vez que Sara le pidió a Abraham que tuviera hijos con su sierva Agar? A pesar de todo esto, Abraham y Sara permanecieron casados y fueron fieles por 100 años.
Hombre, Dios quiere que seamos fieles hasta la muerte a la esposa que Él nos ha dado. Claro que vamos a atravesar problemas, reclamos y que nuestras esposas van a cambiar físicamente (y nosotros también) pero no importa cuál sea la circunstancia, debemos ser hombres que permanecen, que no abandonan a su esposa e hijos. Así como nuestras esposas nos aman con todas nuestras imperfecciones, debemos amarlas también, debemos permanecer fieles a ellas hasta el fin y esa fidelidad nos traerá bendición.
Todo hombre debe escuchar este mensaje, ¡No olvides compartirlo con un amigo!