Los conflictos entre hermanos siempre han existido. Si tienes hermanos, sabes de lo que te hablo. En este capítulo 25 de Génesis nos encontramos a Isaac, hijo de Abraham, quién después de orar a Dios porque su esposa Rebeca era estéril, Dios les concede ser padres de unos gemelos: Esaú y Jacob (v.21).
Estos hermanos, aunque gemelos, eran muy diferentes entre sí (v.25-27) y siempre existió una gran rivalidad entre ellos. El error de sus padres fue tener un favorito; Isaac amaba más a Esaú y Rebeca a Jacob (v.28).
Hombre, tú y yo no podemos fomentar el favoritismo con nuestros hijos porque a la larga traerá conflictos y rivalidades. Cada uno de nuestros hijos es especial, y aunque sean de los mismos padres, todos son tan diferentes el uno del otro. Nuestra misión como padres es, aprender a conocer a nuestros hijos, conocer sus intereses; y apoyarlos y amarlos de la misma manera a todos.
Toma unos minutos y piensa, ¿hay algo que debas cambiar con tus hijos el día de hoy?