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Sara ya había muerto. En este capítulo Abraham está en busca de una esposa para su hijo Isaac. Le pide a su siervo que vaya y traiga de la casa de su padre una mujer para su hijo. Era tan importante esta tarea que, incluso lo hace jurar que deberá escoger exclusivamente a una mujer de su tierra y su parentela. (V.1-9). En aquellos tiempos, los padres se encargaban de esa tarea de hacer contratos y arreglar matrimonios para sus hijos pues consideraban que casarse no era cualquier cosa.
Sé que ahora vivimos en una cultura muy diferente y que eso de arreglar matrimonios ya no se hace, pero como padres tenemos una responsabilidad de ayudar a nuestros hijos a encontrar su pareja. La primera decisión más importante que tomamos es dar nuestra vida a Jesucristo y la segunda, elegir con quién nos casamos. ¿Te das cuenta de la importancia de elegir bien? Aunque hoy en día nuestros hijos tienen la libertad de elegir a su pareja, necesitan nuestra ayuda para tomar una buena y sabia decisión que no esté basada solo en hormonas. Debemos establecer algunas reglas para que nuestros hijos sepan con quién pueden salir, con quien pueden casarse y con quien no. Una de las reglas debe ser que sea un hombre o una mujer que ame a Dios. Abraham le pidió a su siervo que eligiera a una mujer de su casa y de su parentela. ¿Sabes por qué? Porque al ser de ahí, sería una mujer que amaba a Dios y que tendría sus mismas costumbres.
Hombre, debemos ser un filtro para ayudar a nuestros hijos a tomar esta decisión tan importante en sus vidas. No podemos estar ausentes, debemos guiarlos a elegir bien.