Lo que más me resalta en este capítulo 31 es la palabra: Dios.
Dios le dice a Jacob que vuelva a la tierra de sus familiares (aunque su hermano vive
ahí y quiere matarlo) y le asegura que estará con él (v. 3). A lo largo de este capítulo,
Jacob reconoce todas las veces que Dios ha estado con él, habla de cómo lo ha
bendecido, guardado y prosperado (v. 5-16). Así que, Jacob toma a sus esposas y sin
decirle a Labán (ya sabes que su suegro es capaz de todo), se dirige a su tierra. Al
enterarse el suegro, toma a sus hombres y sale en busca de Jacob pero Dios se le
aparece en sueños y le prohibe que toque a Jacob (v. 17-24).
Cuando Labán y Jacob se encuentran, Labán reconoce que Dios está con Jacob y que
por esa razón no le hará daño (v. 25-29). Jacob le recuerda a Labán que ha sido Dios
quien lo ha cuidado, prosperado, quién ha estado con él y de quien provienen todas
las bendiciones y lo que posee (v.38-40).
Hombre, debemos reconocer que todo lo que tenemos proviene de Dios. Nuestro
trabajo, salud, familia, habilidades, talentos, recursos… TODO proviene de Él.
Debemos dar sacrificios de alabanza y gratitud a Dios por lo que hace y por lo que nos
da (v. 54). Necesitamos abrir nuestros ojos y ver a Dios obrando en cada circunstancia
en nuestras vidas. Toma unos minutos cada día de este 2021 para reconocer que es
Dios quién está contigo y agradecerle cada día.