Recuerdas a Jacob y su historia con las esposas y Labán, el suegro ‘complicado’, ¿verdad?
En este capítulo 30, veremos como Labán sigue haciendo de las suyas y ahora quiere hacerle
trampa a Jacob con su sueldo. Él reconoce que a causa de Jacob, Dios lo ha bendecido así
que le pide que le fije un salario y él se lo dará (v. 27-36). El acuerdo fue que todos los
animales manchados o moteados serían de Jacob y los de un solo color serían de Labán, pero
antes de que Jacob pudiera tomar lo suyo, Labán le da a sus hijos la parte correspondiente a
Jacob. Nuevamente estaba tomando ventaja y dejando a Jacob sin nada (v. 35-36).
A pesar de las múltiples veces que Labán perjudicaba a Jacob, Dios siempre estaba con
Jacob y lo prosperaba (v. 37-43). Jacob hizo un pacto con Dios en el que prometió darle el
diezmo de todo lo que recibiera de Él (Génesis 28:22) y Jacob honraba a Dios siendo fiel a ese
pacto. Así que, no importaba cuánto su suegro abusara de él, fuera injusto o lo perjudicara,
Dios estaba de su lado, lo enriquecía y lo prosperaba.
Si tú y yo ponemos nuestra fe en Dios, le honramos y nos mantenemos fieles en darle nuestro
diezmo, no importa las circunstancias adversas que enfrentemos, seremos bendecidos y
prosperados de la misma manera que Jacob. Que este 2021 sea un año en el que confiemos
en Dios y seamos fieles a Él con nuestro diezmo.