Este capítulo 26 es muy apropiado para lo que estamos viviendo actualmente. Isaac estaba a punto de ir a Egipto cuando se le apareció el Señor para decirle que no fuera y le darle otras instrucciones (v.1-3). Es importante que así como Isaac, tú y yo, sepamos escuchar la voz de Dios. Tal vez dices, ‘No sé cómo hacerlo, nunca he escuchado la voz de Dios’. Estas son 3 formas en las que Dios puede hablarnos: leyendo y meditando en la Biblia, por medio de su Espíritu Santo y a través de otros creyentes.
La segunda enseñanza que nos deja este pasaje está basada en la vida de Abraham. Su fe y su caminar con Dios tuvieron un gran impacto sobre su hijo Isaac y sobre toda su descendencia (v. 3-5). Hoy quiero invitarte a que seamos hombres que caminan con Dios, que pasan tiempo en la Palabra y en oración. Esta es la mejor herencia, una herencia espiritual que podemos dejarle a nuestros hijos. Isaac fue bendecido por Dios por amor a su padre Abraham (v.6-26).
¿Quieres que tus hijos y toda tu desendencia sean bendecidos también? Empieza hoy a sembrar en esa herencia espiritual para ellos.